Por supuesto aquella era una oferta que no podía rechazar si no quería que Don Eberth me echase de su casa a las primeras de cambio y poner en peligro el buen rumbo que estaba cogiendo mi recién iniciada aventura nicaragüense:
- Nunca le digo que no a la última copa - aunque una cosa era con los colegas en un bar y otra muy distinta con el padre de Carol y su amigo americano en el caserío que tenían en Granada.
- Así me gusta, Ernesto, con las prioridades bien claras.
- Es un chico inteligente - añadió James con su acento de Iowa.
Lancé una mirada a Carol, que me la devolvió con una sonrisa apagada y un inaudible "buenas noches" antes de subir escaleras arriba. Me parece que la chica quería tema esta noche, pero tendrá que esperar a mañana...
- Don Eberth, antes de nada quiero darle las gracias por esta acogida tan formidable que me están...
- Bueno, bueno, chaval - me interrumpió con tono alegre -, no os pongás en plan español bien formado porque acá esas cosas no sirven para casi nada.
- Tenemos una proposición que hacerte.
Mi cara de sorpresa debió calar hondo en Don Eberth, porque dijo rápidamente:
- Esperá, James, que si no le damos un poco de background al niño se nos asustará antes de que empiece la acción.
¿La acción? Glups.
- OK, my friend, empieza por el principio si quieres, pero ya sabes que tenemos poco tiempo.
- Mirá Ernesto, lo que os voy a contar ahora es algo muy serio, no pensés que lo digo porque llevo unas copas de más, porque éste y yo hace tiempo que no nos atontamos por tomar un poco de ron, siempre que sea suficientemente añejo...
Su amago de sonrisa no debió hacerle mucha gracia al americano, que le espetó:
- Eberth, no te andes por las ramas.
- Está cheque, vos, disfrutad un poco más de la vida, James... - y dirigiéndose a mí añadió - aunque este gringo tiene razón, Ernesto, vayamos al grano.
- Sí, sí, por supuesto - yo no sabía qué cara poner.
- Como sabrás, la situación política de nuestro país no es buena. Es decir, sería buena si fueses un delincuente o un mamarracho, pero entiendo que mi Carol tiene buen ojo para los chicos y no habría traído a gente de esta guisa a nuestra casa.
- Intento ser honrado, Don Eberth, aunque hoy en día sean más rentables las malas artes, tanto aquí como en España, yo intento ser fiel a mis valores.
- Pues espero que sean unos buenos valores, y que tu fidelidad resista en los momentos más difíciles, porque el panorama es el siguiente:
a) Estamos preparando un golpe de Estado contra Ortega y necesitamos que te unas a nosotros.
b) Mi hija está embarazada de un cabronazo y necesito que te cases con ella y asumas la paternidad.
c) Estamos preparando un negocio en España y queremos que seas nuestro hombre de confianza.
miércoles, 13 de junio de 2007
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5 comentarios:
negocio en España...
yo también estaba preparando un negocio por cierto...
Golpe de estado!!!
Me alucina que rápido pasan las cosas!!
había que darle dinamismo a la historia...
Hombre... diria que el unico que tendria sentido es el golpe de estado, porque no veo la relacion que pueda tener la introduccion con la situacion politica del pais con las otras dos opciones... Asi que me decanto por el embarazo.
me quedo con el polvo en el jardín
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