Raquel no pudo evitar sonreir. Aunque aquello no entraba dentro de los planes iniciales, quizás podría aprovecharse de la situación. Pero ahora no era el momento.
Aunque no oía lo que se decían, desde el taxi podía ver la cara de embobados que tenían los dos. Mejor me voy a dar una vueltecita...
- Perdone, cambio de planes...
- Lo que usted mande señorita...
Raquel se miró y se dio cuenta de las pintas que llevaba. Esto es una señal.
- Me voy de fiesta jefe. Lléveme donde haya ambiente.
Raquel vio por el retrovisor como el taxista negaba con la cabeza. Parecía decir algo como "suerte que no es mi hija".
- No se preocupe amigo, a pesar de mi atuendo, soy inofensiva, dijo riendo.
Raquel cogió el móvil y envió un SMS. "Fotos conseguidas. Me he ido de fiesta con una amiga. Llegaré tarde"
Ana leyó el mensaje en el portal de su casa e instintivamente miró a su alrededor. Vio como un taxi se alejaba, pero el inspector no le dejó tiempo para hacer suposiciones:

- ¿Algún problema?
Ana le miró nerviosa. Venga espavila que tienes casi 30 años.
- No, nada nada... ¿quieres subir a tomar algo?
Las dos chicas tuvieron una noche movidita, y en cierto modo, similar. Las dos la empezaron tomandose un par de copas. Después, ambas movieron acompasadamente sus cuerpos al son de la música durante horas, pegadas las dos también al cuerpo de un hombre. Y también las dos dejaban escapar un pequeño grito de vez en cuando, aunque esto sí, por motivos diferentes. Raquel lo hacía cuando entraba en sintonía con el DJ, y Ana cuando notaba como Javier Martínez entraba dentro suyo.
Las dos durmieron también plácidamente, aunque una lo hiciera en una cama de matrimonio y la otra en el sofá de la sala de estar.
A la mañana siguiente Raquel desayunaba en la cocina cuando el Inspector entró con la cara soñolienta y en ropa interior. A ti te estaba esperando...
- Inspector Martínez, acaba de perder toda su autoridad ante mi..., dijo Raquel a modo de saludo.
El Inspector se extrañó al ver que sabían su nombre.
- Perdona... ¿quién eres?
- Creo que la pregunta interesante sería... ¿qué quieres?
El inspector la miró extrañado pero le picó demasiado la curiosidad. ¿Qué quieres?
a - Hablar de negocios
b - Que me hagas lo que le has hecho a ella
c - Saber si eres el poli bueno o el poli malo
Aunque no oía lo que se decían, desde el taxi podía ver la cara de embobados que tenían los dos. Mejor me voy a dar una vueltecita...
- Perdone, cambio de planes...
- Lo que usted mande señorita...
Raquel se miró y se dio cuenta de las pintas que llevaba. Esto es una señal.
- Me voy de fiesta jefe. Lléveme donde haya ambiente.
Raquel vio por el retrovisor como el taxista negaba con la cabeza. Parecía decir algo como "suerte que no es mi hija".
- No se preocupe amigo, a pesar de mi atuendo, soy inofensiva, dijo riendo.
Raquel cogió el móvil y envió un SMS. "Fotos conseguidas. Me he ido de fiesta con una amiga. Llegaré tarde"
Ana leyó el mensaje en el portal de su casa e instintivamente miró a su alrededor. Vio como un taxi se alejaba, pero el inspector no le dejó tiempo para hacer suposiciones:
- ¿Algún problema?
Ana le miró nerviosa. Venga espavila que tienes casi 30 años.
- No, nada nada... ¿quieres subir a tomar algo?
Las dos chicas tuvieron una noche movidita, y en cierto modo, similar. Las dos la empezaron tomandose un par de copas. Después, ambas movieron acompasadamente sus cuerpos al son de la música durante horas, pegadas las dos también al cuerpo de un hombre. Y también las dos dejaban escapar un pequeño grito de vez en cuando, aunque esto sí, por motivos diferentes. Raquel lo hacía cuando entraba en sintonía con el DJ, y Ana cuando notaba como Javier Martínez entraba dentro suyo.
Las dos durmieron también plácidamente, aunque una lo hiciera en una cama de matrimonio y la otra en el sofá de la sala de estar.
A la mañana siguiente Raquel desayunaba en la cocina cuando el Inspector entró con la cara soñolienta y en ropa interior. A ti te estaba esperando...
- Inspector Martínez, acaba de perder toda su autoridad ante mi..., dijo Raquel a modo de saludo.
El Inspector se extrañó al ver que sabían su nombre.
- Perdona... ¿quién eres?
- Creo que la pregunta interesante sería... ¿qué quieres?
El inspector la miró extrañado pero le picó demasiado la curiosidad. ¿Qué quieres?
a - Hablar de negocios
b - Que me hagas lo que le has hecho a ella
c - Saber si eres el poli bueno o el poli malo
7 comentarios:
Lo que quiere es hablar de negocios. Por muy lanzada que sea Raquel no la imagino diciendo la opción b.
Pués yo apuesto por la opción b, seguro que Raquel anoche se tomó alguna droga y por eso actua de esa forma tan lanzada.
negocios, negocios.
aunque la B podría ser bastante luxa.
y la C podría ser la parra.
pero mejor negocios.
Voto la C.
No puede ser que el Inspector Martínez entre en el juego a la primera, han de lucharlo más. Así pueden jugar al despiste y obtener información privilegiada.
Fan.
Por Alá, espero que elijas la B. Lo otro sería obvio. Los hechos sorprendentes son la clave del éxito!
gracias Pach por ser sensato.
Por Alá, por Buda, por Ra o por quien quieras, la B
He estado tentado en gritar Tríoooo!!! pero creo que también sería demasiado evidente, a o c pueden parecer conservadoras, pero creo que la sorpresa debe llegar más tarde y a la par ser más sorprendente.
Y el polvo ha sabido a poco, esperaba un poco de novela pornográfica y no esa mariconada. Venga que todos somos mayores de edad!!
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